Cirugía maxilofacial

CIRUGIA DE LA GLANDULA PAROTIDA

La glándula parótida es una glándula salivar que, en número de dos, están situadas por detrás de la mandíbula, su función es la de aportar saliva a la cavidad oral, sobretodo durante las comidas. Los cirujanos maxilofaciales tratamos las afecciones de estas glándulas.

Las relaciones anatómicas de la glándula son, principalmente, con el nervio facial. El nervio facial o VII par craneal, es el encargado de dar movimiento a la cara, por lo que su lesión nos daría como resultado una parálisis facial.

La causa más frecuente de cirugía de las glándulas parótidas son los tumores, que en su inmensa mayoría suelen ser benignos, los tumores más frecuentes son: el adenoma pleomorfo o tumor mixto y el Tumor de Warthin o Cistadenolinfoma. Los dos son benignos, pero el adenoma pleomorfo puede malignizar con el paso de los años, es por eso que siempre hay que operar estos tumores.

TÉCNICA QUIRÚRGICA

Cuando operamos la glándula parótida por un tumor, no podemos quitar solamente el tumor, ya que si lo hiciéramos, aumentaríamos mucho las probabilidades de que volviera a salir (recidiva), por lo que la técnica quirúrgica será extraer la parte superficial de la glándula por encima del nervio facial, a esto se le llama Parotidectomía Suprafacial. Como podréis pensar, su complicación más temible será la parálisis facial.

La incisión se hace por delante de la oreja, muy parecida a la que se realiza en los liftings, minimizando así que dejemos una cicatriz en la cara.

Dependiendo del tamaño del tumor, la incisión se extenderá más o menos hacia el cuello, siendo casi imperceptible para tumores pequeños. Seguidamente hay que buscar el nervio facial en su porción más proximal e ir siguiendo al nervio mientras extraemos así la glándula y el tumor.

POSTOPERATORIO

Puede quedar una parálisis facial transitoria que el paciente recuperará la movilidad de semanas a meses, dependiendo de la velocidad de regeneración nerviosa así como de la manipulación y traumatismo del nervio durante la cirugía.

Para evitar esta parálisis facial transitoria al máximo, utilizamos unas lupas de aumento y un neuroestimulador para estimular al nervio durante la cirugía sin dañarlo.



CIRUGÍA DE LA GLÁNDULA SUBMAXILAR

Las glándulas submaxilares están situadas inmediatamente debajo de la mandíbula, mucha gente confunde estas glándulas con ganglios del cuello y vienen a la consulta un poco asustados por tener unos ganglios grandes desde hace mucho tiempo.

La causa principal de la extirpación de la glándula submaxilar es la LITIASIS SUBMAXILAR, que es lo mismo que la formación de piedras dentro de la glándula, el porqué se forman estas piedras aún no está del todo claro pero parece evidente que la dieta y la ingesta de agua alta en minerales podría favorecer esta condición. Cuando una persona tiene una piedra en la glándula submaxilar no siempre es necesario que se opere, a veces pueden extraerse a través del conducto de Wharton que lleva la saliva desde la glándula hasta la boca (por debajo de la lengua) o también se puede hacer una endoscopia a través de este conducto. Pero en ocasiones esto no se puede realizar y la persona tiene infecciones de repetición que precisan la extirpación quirúrgica de la glándula.

Hay otras causas que pueden hacer necesaria la extirpación de la glándula submaxilar como pueden ser los tumores, en su gran mayoría benignos, que pueden aparecer en la glándula. El más frecuente de ellos es el tumor mixto o adenoma pleomorfo, aunque este tumor es benigno hay que realizar cirugía ya que con el tiempo se puede malignizar.

TÉCNICA QUIRÚRGICA DE LA GLÁNDULA

Para extirpar la glándula submaxilar debe hacerse mediante anestesia general, con una incisión de 4-5 cm en el cuello, por debajo de la mandíbula.

La técnica quirúrgica no es complicada y pueden haber 2 complicaciones principales, aunque poco probables, la primera es la hemorragia, rodeando la glándula submaxilar está la arteria facial que irriga la cara, a veces esta arteria o alguna de sus ramas puede sangrar, esta complicación, por lo general no suele ser importante y si que precisa de una reintervención quirúrgica. La segunda es la lesión de una de las ramas del nervio facial que se encarga de mover el labio, por lo que su lesión significaría la parálisis del labio inferior del mismo lado.

Para evitar esta complicación nos es muy útil el uso de unas lupas de aumento para poder identificar mejor el nervio y el uso de un Neuroestimulador para estimular el nervio sin riesgo.

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